Degenerando mi alma una y otra vez,
lágrimas que atraen el olvido
de la luna que se marcha
llevando cadenas por el error
de perder tu sonrisa,
mi alegría.
Solo queda un recuerdo blanco
manchado por el destino,
risas quedaron en aquel cajón
que algún día la brisa traerá
en su bolsillo.